EL MUSEO DE CALATAYUD A UN CLIC
Pieza de la semana: COLGANTE FÁLICO
Nº Inv. 00463
Procedencia: Bilbilis
Lugar de hallazgo: Desconocido. Formaba parte de la Colección López San Pedro.
Datación: Siglo I d.C.
Dimensiones: Altura = 0,60 cm; Anchura = 0,70 cm; Grosor = 0,10 cm; Peso = 0,25 gr
Descripción: Amuleto de oro con un falo con glande marcado en su
extremo izquierdo y una mano haciendo el signo de la higa a su derecha.
En el centro se sitúan los testículos. El amuleto presenta una argolla
circular de suspensión colocada longitudinalmente en la parte superior.
Según la clasificación Del Hoyo y de Vázquez Hoys pertenece al grupo VI
(amuleto fálico exento), tipo A (colgante), 3.2 (higa/falo). El diámetro
de la anilla de dos con ocho milímetros plantea la hipótesis de que más
que un colgante fuera un pendiente. A sus características profilácticas
y antropoicas hay que unir las propiedades físicas y estéticas, así
como el que haya sido ejecutado en oro señala que pertenecería a un
miembro de una familia de alto status social. (Ficha en Ceres N. Guinda y
V. Callejero)
Plinio el Viejo lo llama un medicus invidiae, un
"doctor" o remedio para la envidia (invidia) o el mal de ojo. Los
amuletos fálicos, a menudo alados, fueron muy populares en la cultura
romana. Los encontramos a modo de joyas o como campanas que se
colgaban la entrada de las casas. El fascinus fue pensado especialmente
para alejar el mal de los niños (principalmente recién nacidos, con
pocos años hasta alcanzar la pubertad). Plinio señala la costumbre de
colgar un amuleto fálico en el cuello de un bebé. Ahuyentaba el mal de
ojo, la envidia y los celos, empleándose también como protección contra
las enfermedades.
El "amuleto del puño y el falo" era frecuente
entre los soldados., especialmente en bronce siendo portados como
colgantes. Se trataba de colgantes fálicos con la representación de un
puño (generalmente) cerrado en la parte inferior del eje, en dirección
opuesta al glande. También se representaban a modo de higa o manus
fica o "figa", símbolo de buena suerte (su forma es la de una mano
cerrada, mostrando el pulgar entre los dedos índice y corazón, indicando
desprecio y protección ante el mal inminente). Aun hoy en día es
habitual encontrarlos realizados en azabache, por ejemplo en Galicia.
Bibliografía: DEL HOYO, J. y VÁZQUEZ HOYS, A, M.ª /1996):
”Clasificación funcional y formal de amuletos fálicos en Hispania”,
Espacio, Tiempo y Forma. Serie II. Historia Antigua 9, Madrid, 441-466;
SÁENZ PRECIADO, C. y LASUÉN ALEGRE, M.ª. (2004): “El amuleto fálico de
oro de Bilbilis (Calatayud-Zaragoza)”, Salduie 4 , Zaragoza , 221-227.
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