
El Museo conserva entre sus fondos varios de los azulejos que decoraron
la desaparecida Iglesia de San Pedro Mártir de Calatayud demolida en
1862 de la que conocemos su aspecto por las acuarelas de que realizó
hacia 1853 Valentín Carderera y Solano (1796-1880) y los dibujos
realizados posteriormente de su sobrino Vicente Velázquez, conservados
en el Museo Lázaro Galdeano (Nº inv. 09134, 09433 y 09778).
La orden
de Dominicos fundó en 1255 un convento extramuros de Calatayud cuya
iglesia se encontraba bajo la advocación de San Pedro Mártir de Verona,
según consta en un privilegio de fecha 11 de marzo otorgado por Jaime I.
El convento se erigió a extramuros, al principio de la vega, debajo
del cerro de la Peña y hacia la parte que hoy ocupan el convento de
Carmelitas descalzos y las eras fronterizas a la puerta de Terrer, es
decir, frente a la puerta de Terrer. No parece casual la ubicación ya
que se encontraba próxima a la judería, más cuando esta orden destaca
por la labor de conversión de los judíos.
En 1362 fue destruido por
los castellanos durante la Guerra de los Pedros, siendo ocupado
provisionalmente por ellos, comenzando su reconstrucción en 1366-1368,
pero esta vez intramuros, formando parte del perímetro defensivo de la
ciudad próximo a su emplazamiento primitivo, en la zona donde
actualmente se sitúan la avenida de San Juan el Real y la plaza de
Marcial.
Según Agustín Sanmiguel, su arquitecto o maestro de obras,
fue Muza Adolmalich y el patronazgo inicial se debió al rey Pedro IV, si
bien en algún momento este patronazgo pasó a ser del Cardenal de
Aragón, Pedro Martínez de Luna que utiliza la iglesia como mausoleo
familiar. Ocho años después de ser elegido papa, Benedicto XIII decide
duplicar la longitud de esta iglesia, encargándoselo al que parece ser
su arquitecto preferido, Mahoma Rami, seguramente responsable del
abandono de las formas decorativas islámicas en favor de las góticas,
con gran probabilidad siguiendo indicaciones del Papa, momento al que
pertenecen los azulejos que aquí exponemos. La primera fase de la
iglesia, la cabecera y tres tramos, se construye durante el cardelanato
de Pedro de Luna. La documentación de su construcción se conserva en el
Archivo Vaticano.
Entre 1412 y 1414 se comenzó una ampliación quedó
que inconclusa, pues de las dos torres proyectadas sólo se terminó una.
Posteriormente hubo múltiples añadidos: en el siglo XVI se recrecieron
el claustro y la torre, y en estilo barroco se construyó la capilla de
la Virgen del Rosario, como una pequeña iglesia adosada.
La
amplitud de las dependencias del convento, posibilitó que además de su
función religiosa, también desarrollarse una actividad docente hasta el
primer tercio del siglo pasado, rivalizando con la que también estaba
efectuando la orden de los jesuitas. Tras la desamortización de
Mendizabal (1836-1837) fue usado como cuartel, siendo demolido en 1856,
con el pretexto de que obstaculizaba el tráfico de diligencias por la
carretera de Madrid. Sobre su solar se construyeron, años después, el
cuartel de la Guardia Civil, el Juzgado Comarcal y la cárcel de la
ciudad, todos ellos también demolidos posteriormente. Gaya Nuño calificó el hecho así: «Y todavía hoy estremece esta
alcaldada brutal que nos privó de uno de los más fascinantes monumentos
mudéjares de nuestro medievo». Acostumbrados estaban ya los bilbilitanos
a estas demoliciones, puesto que en 1840 se había derribado la parte
alta de la torre mudéjar de San Pedro de los Francos, con el pretexto de
que su inclinación hacía peligrar la vida de la familia real hospedada
en el palacio del Barón de Warsage. Las demoliciones en la ciudad de
Calatayud en la segunda mitad del siglo XIX adquieren un ritmo
enloquecido: en el mismo año de 1856 el convento de la Trinidad, en 1863
la iglesia parroquial de Santiago, en 1869 las iglesias de San Torcuato
y Santa Lucía, en 1871 la iglesia de San Miguel, etc.
En 1979 se
efectuaron excavaciones en la Plaza Darío Pérez descubriéndose restos
de las dependencias anexas del convento (en mal estado de conservación)
principalmente estancias subterráneas, bodegas, así como parte de la
Capilla del Rosario cuya descripción nos fue dejada por Cos y Eyaralar
en 1845, volviéndose posteriormente a tapar. En el trascurso de la
excavación se recuperaron junto a abundantes restos de azulejería,
fragmentos de la yeserías que decoraban el convento y la capilla, así
como restos escuñtóricos en piedras de su decoración, pero en bastante
mal estado de conservación.
En el Museo de Calatayud se conservan
algunos de los azulejos que decoraban la fachada de la Iglesia de entre
los que destacan los que presenten el escudo de la Familia Luna. Estos
azulejos decorarían el exterior del ábside del desaparecido San Pedro
Mártir de Calatayud, siendo una decoración similar a la que actualmente
se conservan en el muro exterior de «la Parroquieta» de La Seo de
Zaragoza. Los azulejos que presentan el escudo de los Luna son en forma
de estrella de 8 puntas de fondo blanco estannífero decorado en azul
cobalto y morado-negruzco de manganeso. Conservamos dos tipos de
escudos, los que presentan el capelo cardenalicio, similares a los que
se conservan en el Museo de Arte sacro de la iglesia de Santa maría
(Calatayud) y los que no. El azulejo estrellado estaría rodeado por
azulejos rectangulares angulados en verde, morado y azul que recrearían
las características lazadas mudéjares. En el museo conservamos piezas de
la decoración de San Pedro Mártir procedente de los trabajos
arqueológicos realizados por Manuel Martín-Bueno y M.ª Isabel Álvaro
Zamora en 1979 el solar en donde se ubicaba la iglesia y otros
procedentes de la colección del Centro de Estudios Bilbilitanos que son
los que os mostramos ayer.
Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor
nació en Illuerca en 1328, perteneciendo a una de las principales
familias aragonesas, la familia Luna. En 1375 fue nombrado cardenal y
en 1394 papa con el sobrenombre de Benedicto XIII. Fue condenado en el
Concilio de Constanza de 1415 como hereje y antipapa y depuesto., pero
Benedicto XIII se negó a renunciar al papado y concluir de esta manera
el llamado Cisma de Occidente, lo que supuso la coexistencia de tres
papas a la vez, dando lugar su tozudez a la famosa expresión de “
mantenerse en sus trece” " en referencia a la negativa de Benedicto XIII
de renunciar a su posición de papa. Murió en 1423.
Para saber más del convento: BORRÁS GUALIS, Gonzalo M.: "El mudéjar
desaparecido de Calatayud ; San Pedro Mártir; Más mudéjar bilbilitano
desaparecido", en Arte mudéjar aragonés, I, Zaragoza,. 1984, pp.
282-288;: CUELLA ESTEBAN, Ovidio: "San Pedro Mártir de Calatayud y el
papa Luna", en I Simposio Internacional de Mudejarismo. Actas,
Madrid-Teruel, 1981, pp. 131-140; SANMIGUEL MATEO, Agustín: "Sobre la
decoración cerámica del ábside de San Pedro Mártir en Calatayud", en
Primer Encuentro de Estudios Bilbilitanos, I, Zaragoza : Centro de
Estudios Bilbilitanos ; Institución Fernando el Católico, 1982, pp.
261-272; SANMIGUEL MATEO, Agustín: "Reconstrucción de la iglesia de San
Pedro Mártir de Calatayud", en Jornadas de Estudios VI Centenario del
Papa Luna, Zaragoza : Centro de Estudios Bilbilitanos ; Institución
Fernando el Católico, 1996, pp. 317-352; SANMIGUEL MATEO, Agustín
(edit.), La Iglesia de San Pedro Mártir. Calatayud, 1368-1856, CEB,
Calatayud, 2006, Centro de Estudios Bilbilitanos, 91, 128 p., 42 il. (7
en color), 21x30 cm. ISBN: 978-84-7820-909-5: SAVIRÓN Y ESTEBAN, P.:
"Iglesia de San Pedro Mártir, monumento mudéjar de Calatayud", Museo
Español de Antigüedades, IX, Madrid : Imp. T. Fortanet, 1878, pp.
387-397: URREA, P.: "Monumentos desaparecidos: la iglesia de San Pedro
Mártir de Calatayud", Arquitectura, IV, 1922, pp. 22-26
Para saber más
de los trabajos arqueológicos: ÁLVARO ZAMORA, Mª Isabel ; MARTÍN-BUENO:
"Prospecciones arqueológicas en San Pedro Mártir y otros puntos urbanos
de Calatayud", Papeles Bilbilitanos, Calatayud : Centro de Estudios
Bilbilitanos, 1981, pp. 51-55; CEBOLLA, J.L.; ROYO, J.I.; REY, J. La
arqueología urbana en Calatayud (1979-1997): datos para una síntesis,
ed. Centro de Estudios Bilbilitanos, Calatayud. 1997.(CSP)