
Estos días estamos, como todos saben en Valdeherrera, pero no se
abandona la actividad en Bilbilis, con reflexiones, estudios de
materiales y estructuras, revisión de piezas en el Museo de Calatayud,
etc.
Además, de vez en cuando nos encontramos con gratas sorpresas
como la que nos ofrece el buen amigo, Huermedino de origen, e hijo y
sobrino de antiguos trabajadores en Bilbilis, Miguel Sobaberas Maestro,
que ahora, al margen de su actividad principal tiene una magnífica afición
que es la del aeromodelismo, versión drones, así es que dicho y hecho,
nos ofrece esta espectacular fotografía vertical de la Torre de Anchís,
situada a orillas del Jalón, en su margen derecha, que fue antiguo
convento hasta la desamortización en que comenzó su fatídico abandono
que realmente se ha hecho patente desde los años cincuenta del siglo XX a
la actualidad en que es algo mas que una ruina, es una ruina terrible e
irrecuperable.
La Torre de Anchís se encuentra en la Plana de
Anchís, en el ramal de acceso a Bilbilis desde la Via 34 del Itinerario
de Antonino en dirección Caesaraugusta a Emerita Augusta, en las
inmediaciones del puente de época romana, modesto pero útil cuyos
vestigios localizara y publicó Jesús Liz, recientemente fallecido
(Puentes Romanos en el Convento Jurídico Caesaraugustano, , p. 55, IFEC,
Zaragoza, 1985). Allí se situaba una de las necrópolis de la ciudad,
hace tiempo desaparecida por saqueos y labores agrícolas, así como
vestigios de otros momentos cronológicos. La inscripción dedicada a L.
Cornelio Philomuso Aquense, que conserva el Museo de Calatayud, inscrita
en piedra negra de Calatorao, se encontraba incrustada en uno de los
muros de la Torre y se recuperó por orden de la entonces Comisaría
General de Excavaciones por aquellos mismos años.
Esta vista aérea
en perspectiva vertical, excelente por otra parte, nos da idea de la
ruina del conjunto que pudo haber albergado un Centro de Investigación y
tal vez un pequeño museo de sitio hace algunos decenios. Así hubiera
continuado la tradición de la colección que allí recogieron los
religiosos que se sucedieron como ocupantes de la torre hasta su
Desamortización de los Bienes de la Iglesia en época del ministro
Mendizabal, en el siglo XIX.
En cualquier caso la Torre de Anchís
bien merece una visita a pie desde Huérmeda o viniendo de Calatayud por
la orilla derecha del Jalón, pero el uso actual para encerrar ganado,
asegura llevarse una colección de pulgas, se lo aseguro, vayan
prevenidos. (MMB)